Xavi Aguado nació en Badalona el 5 de junio de
1968. Es el jugador que más ocasiones ha vestido la camiseta del Real Zaragoza,
pero curiosamente ostenta también el récord de expulsiones en un terreno de
juego.
(Risas) Bueno,
yo espero que me lo quite pronto Sergio Ramos.
-
¿Tan al límite ibas del reglamento?
Yo
creo que no. Curiosamente cuando batí el record, Canal + me hizo un reportaje y
muchas jugadas en las que fui expulsado eran por protestar, manos, o faltas
siendo el último hombre. Mucha gente te tilda de jugador violento al ver el
registro de expulsiones, pero siempre he sido un jugador muy limpio. Lo que
pasa es que en aquel momento se introdujo la famosa norma de expulsión cuando
era el último jugador, y creo que eso me perjudicó.
-
A nadie que le nombres a Xavi Aguado le viene a la
cabeza un jugador violento.
Nunca
me ha gustado entrar fuerte o violento. A veces tienes que hacer falta por la
posición que ocupas, aunque muchas veces los árbitros, que luego me lo han
reconocido, han cometido algún exceso conmigo por ser muy joven porque la
mayoría de expulsiones fueron en mis inicios.
-
Tú lo has dicho, Sergio Ramos está a solo dos
expulsiones de igualarte el record.
Sí,
Sergio Ramos es un jugador parecido a mí. Rápido, fuerte… sus expulsiones me
recuerdan bastante a las mías. Hacía una falta que quizás no era ni amarilla, y
la siguiente te pegaba en la mano y te expulsaban. Yo creo que muchas veces los
árbitros tienen que medir las tarjetas y sobre todo, crear un baremo donde se
juzgue a todos por igual.
-
Defensa central con 29 goles.
Yo
creo que eso destaca un poco el perfil de jugador ambicioso que siempre he
sido, ha habido años que hasta he hecho cinco goles. En la final de la Recopa
hice un poste, en la final del 2001 tuve la suerte de hacer un gol, siempre me
ha gustado en las jugadas de estrategia subir a hacer gol.
- Vaya balón te pone “Toro” Acuña en esa final de
2001 contra el Celta.
El
otro día que hicieron un reportaje de lo que se alzó Cristiano Ronaldo contra
el Manchester, yo me acordaba del salto ese que hice que siempre he comentado
que tenía a todo Aragón abajo impulsándome. La clave fue el balón del “Toro”,
venía muy tocado, muy fuerte y solo tuve que cambiar la dirección.
-
Tus inicios son lejos de aquí, debutas con el
Sabadell en el año 88.
Yo
estaba en el Badalona en el año 87 sin prácticamente ningún tipo de ambición de
llegar a 1ª división, y tuve la fortuna de que Toño de la Cruz en aquel momento
me hace una prueba y consigo pasarla. Ahí es un poco donde empezó todo. El
hecho de estar en Sabadell dos años me ayudó mucho a conocer el fútbol
profesional en el que hay mucha competencia y tienes que esforzarte al máximo.
- Sin embargo, en el año 90 llegas a Zaragoza,
gracias en parte a Enrique Orizaola y al servicio militar.
En aquel momento fue una tragedia venir a Zaragoza. Yo estaba jugando en el Sabadell y venir aquí me trastocaba bastante el futuro. Tuve la fortuna de que Enrique Orizaola, gran ojeador, me quiso para una temporada cedido y ahí tuve otra de las fortunas, ya que en el primer partido se lesionaron los dos centrales titulares, Juliá y Fraile.
En aquel momento fue una tragedia venir a Zaragoza. Yo estaba jugando en el Sabadell y venir aquí me trastocaba bastante el futuro. Tuve la fortuna de que Enrique Orizaola, gran ojeador, me quiso para una temporada cedido y ahí tuve otra de las fortunas, ya que en el primer partido se lesionaron los dos centrales titulares, Juliá y Fraile.
- El día de tu debut termina por derrota 0-1. ¿Qué
recuerdas de ese día?
Lo
recuerdo con muchos nervios. La tarde del sábado, que ya sabía que iba a
debutar en 1ª división, se me hizo muy larga. Era un partido importante, el
debut en casa, tener que jugar delante de la afición… y me salió buen partido.
El infortunio fue que un gol de Sarabia nos condenó. Fue un año de aprendizaje
ya que la mayoría de jugadores éramos nuevos.
- Esa inexperiencia provocó que el equipo
terminase jugando la fatídica promoción con el Murcia.
Eso no se lo recomiendo a nadie. He jugado muchas finales y una promoción creo que es lo peor para un futbolista, sobre todo cuando la juegas en 1ª división. Nosotros estábamos muy mal porque perdimos en Cádiz, el Murcia venía muy bien y el partido que tuvimos ahí en La Condomina fue terrible. La vuelta fue espectacular con miles de personas más de las que permite el aforo de La Romareda, para mí es un recuerdo imborrable.
Eso no se lo recomiendo a nadie. He jugado muchas finales y una promoción creo que es lo peor para un futbolista, sobre todo cuando la juegas en 1ª división. Nosotros estábamos muy mal porque perdimos en Cádiz, el Murcia venía muy bien y el partido que tuvimos ahí en La Condomina fue terrible. La vuelta fue espectacular con miles de personas más de las que permite el aforo de La Romareda, para mí es un recuerdo imborrable.
-
¿Qué entrenador te ha marcado más en toda tu
carrera?
A mí
me hizo ver el fútbol de otra manera Víctor Fernández. Me marcó mucho porque en
aquella época salíamos siempre a ganar, esa mentalidad ganadora me la inculcó
él. Otro entrenador que me ha marcado mucho, sobre todo a nivel humano es Juan
Manuel Lillo, que a pesar de que aquí no es muy buen recordado, me ha dado unos
consejos tanto en el fútbol como en la vida que todavía guardo.
-
¿Con qué te quedas de toda tu estancia en el
Real Zaragoza?
Con
el momento que salió José Luis Violeta a darme el trofeo al jugador que más
veces ha jugado en el Real Zaragoza. Batir a una leyenda como José Luis Violeta
fue un sueño y la verdad es que fue muy duro conseguirlo.
-
¿Qué compañero recuerdas con especial cariño?
Desafortunadamente
que ya no está entre nosotros, Sergi López. Hicimos una amistad tremenda y me
ayudó mucho. Él venía de jugar en el Barça y tenía mucha más experiencia que
yo, y esa amistad se grabó a fuego.
-
¿Quién es ese rival que antes de salir al campo
ya habías tenido pesadillas con él?
Ronaldo y Romario en aquella época estaban
a un nivel altísimo y cada vez que jugabas contra ellos eran muy difíciles de
marcar. Eran futbolistas muy potentes y muy rápidos, creo que si hubieran
tenido más continuidad hubieran tenido más relevancia a nivel mundial porque yo
creo que es de lo mejor que he visto.
-
Hablar de Xavi Aguado y no nombrar a Rafa
Guerrero…
Fue
una anécdota que todavía perdura. Sé que es una jugada que me va a perseguir
hasta el final. Es una anécdota muy curiosa y que me permitió conocer a una
bellísima persona como es Rafa Guerrero y que creo que se le ha tratado
injustamente. Él me agradeció mucho que después del partido saliera a
defenderle. Se equivocó en una jugada puntual, pero no por ello vamos a
fustigarlo. Desde aquel día nos conseguimos los teléfonos y nos llamamos,
coincidimos en León en una peña y guardo grato cariño hacia él, en especial
unas tarjetas que me regaló dedicadas.
-
¿Te arrepientes de algo en estas 13 temporadas?
No,
posiblemente lo único que me pueda arrepentir es de no haberme operado de la lesión.
Lo hecho, hecho está.
-
¿Tienes una espinita clavada en tu carrera por
no haber ido a la selección?
Sí,
yo creo que todos los que no hemos ido la tenemos. Los compañeros que han
tenido esa fortuna te comentan que es algo muy especial. Defender a tu país yo
creo que es lo más grande del mundo. Aquel año de la Recopa yo creo que merecía
ir más gente de aquel equipo legendario, tan solo fue Belsué y “paquete”
Higuera.
-
¿De no haber sido futbolista, que hubiera sido
Xavi Aguado?
Yo
empecé a estudiar informática en Barcelona. Al llegar aquí empecé a estudiar
empresariales, acabé la carrera, y creo que hubiese sido un empresario.
-
Creo, además, que también hiciste tus pinitos en
el mundo de la canasta.
Sí,
en aquella época el DKV Joventut estaba en auge. Mis padres cambiaron la residencia
de Badalona, y al ir a vivir a las afueras con 14 años, no pude seguir
entrenado con regularidad. Sí que reconozco que soy un baloncestista frustrado.
-
¿Sufres viendo jugar a tu hijo?
Sí.
Intento moderarme porque evidentemente no puedes gritar ni chillar ya que estás
muy mirado. Intento evitar hacerle correcciones porque para eso está el
entrenador. Lo que quiero es que disfrute, se lo pase bien y que vaya
creciendo.
-
¿Algún entrenador te ha pedido alguna vez que te
metas a entrenar con ellos un día?
Sí,
me pasó en el Stadium Casablanca con un entrenador que no podía ir un día a
entrenar. Me comentó si podía ir yo y la verdad es que fue muy bonito. A mí me
gustaría entrenar, no solo a mi hijo, sino a chavales. Pero ahora con las cosas
que estoy haciendo dispongo de muy poco tiempo.
- Para terminar, esa es la última pregunta.
¿Veremos algún día a Xavi Aguado sentado en el banquillo del Real Zaragoza?