Magnifico encuentro el que se vivió en la tarde noche de
ayer en el estadio municipal de La Romareda. Hacía tiempo que el Real Zaragoza
no anotaba cinco goles como local, concretamente desde el 1 de mayo de 2005
frente a Osasuna, y remontaba de la manera que lo hizo un partido que se le
puso cuesta arriba muy pronto. Tras la buena imagen ofrecida en el Santiago
Bernabéu el pasado sábado, el equipo aragonés afrontaba este partido con muchas
ganas y dispuesto a demostrar que la línea ascendente por la que transcurre el
equipo, no es una simple casualidad.
Bajo la amenaza de lluvia, los dos equipos empezaron muy
metidos en el partido y sin un dominador claro del esférico. A los cuatro
minutos, Apoño probaba fortuna con un disparo lejano pero su disparo se marchó
alto. Más tarde sería Helder Postiga quien probaría suerte con un disparo que
Aranzubía despeja bien a saque de esquina. El Zaragoza se iba adueñando poco a
poco del balón y comenzaba a triangular francamente bien en la medular con el
joven Víctor Rodríguez y Apoño como protagonistas. Sin noticias del equipo
coruñés, el equipo aragonés iba ganando metros y parecía que el primer gol
local era cuestión de tiempo. Nada más lejos de la realidad. Grave error en la
salida de balón del Zaragoza, que aprovecha el Deportivo para hacer el primer
gol del partido. Franco Zuculini falla en la entrega y el conjunto visitante,
por mediación de Bruno Gama, se adelanta en el marcador a los doce minutos de
partido, en la que era su primera llegada a la portería de Roberto. Tremendo
mazazo el que se llevaban los hombres de Jiménez que veían como el Deportivo se
adelantaba con tan solo un disparo a portería. Por si fuera poco, Zuculini
volvía a cometer un segundo error, más grave todavía que el anterior, que el
conjunto visitante aprovecha para hacer el 0-2. El centrocampista zaragocista
quiere ceder el balón a su guardameta Roberto, pero el pase se le queda corto y
llega Riki para aprovechar el regalo, y anotar el segundo gol coruñés driblando
al arquero, cuando tan solo llevaban transcurridos veinte minutos de partido.
Con tan solo dos aproximaciones al área, el Deportivo tenía setenta minutos
para rentabilizar la ventaja de dos goles que había obtenido gracias,
sobretodo, a dos gravísimos errores de su rival. Nunca un minuto había cundido
tanto en la historia del fútbol como lo hizo el veinticinco ayer en La
Romareda. En ese instante, a Manolo Jiménez no le tiembla el pulso y decide dar
entrada a Aranda en deprimento del desafortunado Zuculini que se marcha del
terreno de juego pidiendo disculpas con las manos a la hinchada local. La
afición le correspondió con aplausos y no se escuchó ni un solo pito para el
centrocampista. Este hecho, la unión equipo-afición, posiblemente sea uno de
los factores que más han influido en la mejoría zaragocista. Cuando todavía
Aranda no había recorrido ni treinta metros, Tiago Pinto comete una mano
clamorosa dentro del área que el colegiado no duda en señalar como pena máxima.
El especialista local, Apoño se hace con el balón y bate por bajo a Dani
Aranzubía que toca la pelota, pero no lo suficiente como para evitar que el
balón vaya al fondo de las mallas. El gol vuelve a meter al Zaragoza en el
partido y hace que el público anime todavía más a sus jugadores. El equipo maño
no pierde en ningún momento la cara al partido, a pesar de la adversidad del
resultado, y obtendría su merecida recompensa en el segundo tiempo. El conjunto
visitante parece reaccionar y es aquí cuando tiene las ocasiones más claras
para poder sentenciar el partido. Primero Álex Bergantiños con un disparo
lejano que se estrella en el larguero y más tarde Valerón, que con un magnífico
remate de cabeza obliga a Roberto a lucirse, disponen de las ocasiones más
claras para hacer el tercer gol visitante. Antes del descanso, el delantero
portugués Helder Postiga, muy activo durante todo el choque, pone el balón en
la escuadra con un remate de cabeza, que obliga al guardameta visitante a
realizar otra gran estirada. El primer tiempo llegaba a su fin con un Deportivo
que aprovechó dos errores locales para adelantarse en el marcador, pudiendo
haber sentenciado el partido antes del descanso, y un Zaragoza que veía como
sus ocasiones y el buen juego plasmado en el campo no se reflejaban con más
goles en el electrónico.
Zuculini no tuvo su mejor día
El paso por vestuarios sirvió a Manolo Jiménez para
concienciar a sus hombres de que la remontada era posible. Cuando todavía
muchos aficionados no habían regresado a su asiento, el extremo visitante
Pizzi, que había sido amonestado por protestar la acción señalada como pena
máxima en el primer tiempo, comete la grave equivocación de simular una
inexistente caída dentro del área y el colegiado no duda en enseñarle la
segunda cartulina amarilla con la consiguiente expulsión. Esto hizo creer
todavía más al equipo zaragocista que vio como sus posibilidades de empatar el
partido aumentaban considerablemente. El conjunto visitante veía como se
quedaba con un hombre menos con todavía todo el segundo tiempo por delante así
que tomó la equivocada decisión de realizar numerosas pérdidas de tiempo. Dani
Aranzubía fue el principal protagonista en este comportamiento, rascando unos
segundos al crono cada vez que tenía que poner el balón en juego desde su
portería. En el minuto cincuenta y dos de partido, Oltra da entrada a Camuñas
en el terreno de juego que sustituye a uno de los grandes “jugones” con los que
cuenta esta Liga BBVA, Juan Carlos Valerón. Como no podía ser de otra manera,
la afición zaragocista despidió al futbolista canario con una gran ovación. El Real
Zaragoza seguía buscando con insistencia el gol del empate que llegaría de las
botas de Montañes. El ex jugador del Alcorcón se estrenaba como goleador en la
noche de ayer, con una fantástica volea con su pierna derecha a centro de
Movilla, cuando se cumplía el minuto sesenta de partido. Media hora por delante
y el Real Zaragoza había conseguido empatar la desventaja inicial de dos
tantos. De nuevo una mano visitante, esta vez fuera del área, condenaría al
conjunto coruñés. Víctor Rodríguez cuelga perfectamente el balón al área
pequeña para que el Álvaro se estrene también como goleador y consume la gran
remontada maña, con el consiguiente júbilo en la grada del municipal. El
Deportivo parecía un juguete en manos del Real Zaragoza y esto lo aprovecho el
conjunto maño para sentenciar el partido. Llegaba entonces el momento de uno de
los jugadores que más en forma esta en estos momentos de toda la plantilla:
Helder Postiga. El sensacional ariete portugués remataba de cabeza un
maravilloso centro del joven Víctor Rodríguez y anotaba el primero de los dos
goles que sumaría su particular cuenta goleadora. En el minuto ochenta y uno,
esta vez Abraham desde el costado izquierdo, servía un balón en bandeja al
crack luso que de nuevo de cabeza mandaba a Dani Aranzubía, quien con
anterioridad se había dedicado a perder todo el tiempo que había podido y más,
a recoger el balón de su portería. El Real Zaragoza mostraba una tremenda
ambición que permitía a sus aficionados celebrarlo incluso con la más que
famosa “ola”. Los últimos minutos de partido sirvieron para despedir con
ensordecedoras ovaciones a los dos mejores jugadores del partido. Víctor
Rodríguez y Helder Postiga cedían su sitio en el campo a Edu Oriol y Romaric,
respectivamente. Entre tanta celebración La Romareda tuvo tiempo también de
acordarse de los dos máximos dirigentes de ambos equipos. La afición
zaragocista dedicó en los instantes finales de partido diferentes canticos
tanto a Agapito Iglesias como a su homólogo en el Deportivo, Augusto César Lendoiro.
Por último y para maquillar el resultado, llegó el gol de Bodipo tras un centro
desde el costado derecho.
Víctor Rodríguez y Álvaro celebran el tanto del central cántabro
En definitiva, tres puntos más que permiten al conjunto que
dirige Manolo Jiménez visitar el próximo fin de semana el Camp Nou con un
colchón importante de puntos sobre los puestos de descenso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario